Hesíodo nos expone en esta composición poética, dirigida a su hermano Perses, su visión del mundo y
los ideales de justicia que él mismo persigue. Asimismo, retrata la sociedad campesina beocia y
retrata la avaricia y la injusticia de sus reyes.
Resumen
El texto se halla dividido en varios epígrafes, comenzando por un Proemio general. Los primeros
parajes son, para mi gusto, los más interesantes. En un primer momento nos presenta la “División de
las Érides”, diosas de la discordia y la envidia. Hesíodo nos explica cómo son ambas diosas y por qué
una es de provecho y la otra no lo es. Es aquí cuando comienza a hablar en segunda persona a su
hermano, Perses, a quien van dirigidos la mayoría de los discursos de carácter filosófico que aparecen
en este relato (“¡Oh, Perses! Grábate tú esto en el corazón y que la Eris gustosa del mal no aparte tu
voluntad del trabajo”). Es también en este capítulo cuando Hesíodo nos sitúa un poco en la relación
que mantiene con su hermano, con quien mantuvo un pleito perdido alrededor de la herencia de
ambos. Hesíodo asegura que Perses tomó más de lo que le correspondía debido a la envidia que su
hermano sentía hacia él, y por ello le dirige multitud de discursos sobre la rectitud, la honra, y la
virtud que da el trabajo al hombre.
Acto seguido nos es relatado el mito de Prometeo y Pandora. En este capítulo se nos cuenta de
qué manera robó Prometeo el fuego a los dioses, así como las consecuencias de ésto. Zeus, enojado
con Prometeo y con la humanidad ante este desaire, creó a Pandora con la ayuda de otros personajes
como Argifonte, Hefesto, Atenea o Afrodita. Nace así Pandora como una especie de castigo a la
humanidad. En este sentido, Zeus dijo esto sobre su venganza: “Yo les daré a cambio del fuego un mal
con el que todos se alegren de corazón acariciando con cariño su propia desgracia”. De esta manera,
Pandora acabó destapando lo que Hesíodo llama una “jarra” que contenía todos los males en el
mundo. Esta versión del mito explicaría por qué es necesario el trabajo, y al mismo tiempo funciona
como capítulo introductorio del mito de las Edades.
Dicho mito comienza cuando, en un primer momento, los dioses olímpicos crean una estirpe
dorada, es decir de oro, que fue virtuosa y correcta. Al morir esta estirpe se convirtió en démones
benignos según Hesíodo, ejerciendo como intermediarios de dioses y hombres. Pero la segunda fue
una estirpe de plata, mucho peor que la primera. Con todo, al morir se convirtieron en mortales
bienaventurados, personajes aún con cierta consideración. La tercera estirpe fue hecha de bronce y
resultó ser terriblemente vigorosa y soberbia, y también acabaría por extinguirse. Por último Zeus creó
a los semidioses, entre los cuales los hubo que murieron en pasajes como la guerra de Troya, y los
hubo que sobrevivieron y consiguieron llevar una vida virtuosa y normal. Sin embargo la quinta
estirpe fue la de hierro, entre la que se encuentra Hesíodo. Esta fue la peor de todas y nos dice
Hesíodo que eventualmente, también desaparecerá, en cuanto el mundo llegue a ser lo suficientemente
injusto e inmoral.
A esta serie de mitos introductorios se les une la fábula del halcón y el ruiseñor. Se hace
especial hincapié al dirgirla hacia la figura de Perses, y se nos habla de la necesidad de ser justo y de
las terribles consecuencias que podría acarrear no serlo.
Lo siguiente que hace Hesíodo es comenzar el capítulo titulado “Proemio sobre el trabajo”.
Podemos reducir lo expuesto en el capítulo en la siguiente cita textual: “El trabajo no es ninguna
deshonra; la inactividad es una deshonra”. De esta manera, el autor explora en mayor profundidad sus
consideraciones alrededor del trabajo. Al mismo tiempo establece que la justicia nos llega a todos
antes o temprano, y que por ello los actos injustos como robar van en contra de toda moralidad y/o
sentido común. Por último, se nos dan una serie de recomendaciones más cotidianas como la de cuidar
de nuestros vecinos, convirtiendo el texto en una especía de guía hacia la vida fructífera y virtuosa.
El siguiente capítulo, “Consejos de administración familiar”, desarrolla lo que su propio
nombre indica. Ya introducida la figura femenina en el mundo mediante la desgraciada Pandora,
Hesíodo nos deja claro que “quien se fía de una mujer, se fía de ladrones” y nos da una serie de
consejos alrededor del patrimonio familiar como el de tener un solo hijo de manera que no exista
necesidad de partirlo.
Los siguientes capítulos son una especie de calendario de los trabajos que lleva a cabo el
campesino, comenzando con un Proemio en el que se nos vuelve a establecer lo mismo que
anteriormente: la necesidad de ser trabajador y desarrollar unos valores rectos, rechazar la
holgazanería, lo virtuoso de trabajar en el campo…. Posteriormente hay un capítulo sobre los trabajos
que acarrea cada estación. En el Otoño se nos explica cómo ser un campesino ideal, cómo y cuando
arar el campo de manera correcta según las lluvias, como se han de tratar a los jornaleros… Se sigue
con la concepción de este texto como una especie de camino a seguir de cara a vivir tranquilo en el
campo, sin mayores preocupaciones.
Durante el invierno, Hesíodo nos cuenta que el campo se ve muy afectado. Trabajos de
invierno: relata como afecta el invierno a los trabajos del campo. Aconseja guarecerse a las doncellas,
y a Perses abrigarse bien – nunca se olvida de introducir la figura de su hermano en el relato -.
Menciona repetidamente lo duro que puede llegar a ser Bóreas, dios del viento del norte. Por último,
en los trabajos de primavera y verano se recrea en lo deliciosas que pueden llegar a ser estas
estaciones.
Después del calendario campesino se desarrolla un “Calendario de la navegación”, utilizando
como introducción el hecho de que el padre de Hesíodo y Perses era navegante. Se dan consejos para
ser buen naveganteo, como que a mediados de agosto, o durante la primavera, son momentos óptimos
para emprender la navegación.El autor recomienda ser comedido en aquello con lo que se comercia en
el mar, pues siempre existe el riesgo de perderlo.
Posteriormente se repite el tema de la administración familiar. El autor recomienda casarse
alrededor de los 30 años, con una mujer doncella y que viva cerca. Nos dice que una mujer buena es
una gran fortuna, pero también que una mala es la ruina. Que los amigos son importantes y han de
conservarse, y que nunca lo que decimos o expresamos al interior y lo que sentimos en nuestro
interior ha de ser incompatible, pues ello sería ser falso (“nunca tu pensamiento desmienta tu cara”).
En general vuelve a recomendar ser recto y comedido.
Por último y a modo de conclusión se da un capítulo de prohibiciones (sobre cómo hacer las
libaciones, cuándo y como purificarse, cómo evitar el afeminamiento de un hombre…) y uno
propiamente llamado “Conclusión”. En él se nos dice que hay que evitar la mala reputación, porque
“sin duda que también ella es un dios”. Como último fragmento, quizás añadido al ser posterior a la
conclusión, se da el capítulo de “Los días”, en el que se precisa qué días son mejores para cada tarea:
para esquilar ovejas, para plantar, para castrar o no a los animales…
Valoración crítica
Sobre la traducción, cabe mencionar que la propuesta es excepcional en cuanto a su exactitud. Se dan
multitud de explicaciones sobre por qué se elige una palabra o un significado y no otro, con amplias
citas bibliográficas y otras propuestas además de las elegidas como apoyo. En cuanto al estilo,
podemos ver como Hesíodo utiliza varios rasgos propios del lenguaje más popular, como por ejemplo
a la hora de nombrar animales ya que utiliza eufemismos como “el sin huesos”. Por otro lado,
menciona en repetidas ocasiones a los “reyes devoradores de regalos” de Beocia, tal vez como forma
de criticarlos y alentarlos a llevar una vida más juiciosa.
Por lo demás, el texto de Hesíodo tiene varios paralelismos interesantes. La modelación de
Pandora con barro, por ejemplo, podría recordarnos a la creación del hombre en el Génesis o en
ciertas versiones del Poema de Gilgamesh. Incluso, a la historia de Anubis y Bata. Este recurso
estilístico no se queda así, sino que más tarde Hesíodo vuelve a establecer otro paralelismo: esta vez
entre las figuras de Epimeteo (el hermano necio) y Prometeo (el listo), y Perses y Hesíodo. El escritor
le dice a Perseo que se cuide de convertirse en el hermano necio, que en este caso fue responsable de
las desgracias de la humanidad. Es curioso en este sentido señalar que el escritor habla
constantemente en segunda persona y dirigiéndose a su hermano.
Por lo demás, podemos situar al poeta Hesíodo como una de las mayores figuras literarias
dentro de la historia de Grecia, con una datación alrededor del 700 a.C. que aún se discute hoy en día.
Es conocido por el gran espacio que ocupan los temas filosóficos dentro de su lírica, como hemos
podido ver en esta obra, en la que se discurre muy especialmente sobre temas como la justicia o cómo
deberían comportarse los hombres.
Referencia bibliográfica
Hesíodo (1983). OBRAS Y FRAGMENTOS:TEOGONÍA – TRABAJOS Y DÍAS- ESCUDO –
FRAGMENTOS – CERTAMEN. (Trad. Pérez A. y Martínez A.) Editorial Gredos, (1º) edición),
España.
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